jueves, 29 de noviembre de 2012

Edward en el hotel, mientras Judith duerme



Hagamos como si nada hubiese pasado
tengamos un pacto con el silencio
mostremos la cara
los ojos están cada vez más abiertos
cuando sucede que ha llegado el tiempo
de ser testigos de algo que huele a mierda
y no es más que nosotros mismos

No hagamos crecer la desobediencia
no hagamos que los viejos envejezcan con nosotros
tristes, sabiendo que en nuestras manos
no existe ningún destino para creer
solo acumular traiciones
caminar a oscuras
descender
Hace algunos años
alguien adquiría confianza en una promesa
ahora nos quedamos mudos

Le conté a ella mis planes:
poner un supermercado 
ocultarnos de por vida
y tener un par de hijos

No es bueno llorar
no es bueno querer saber quién soy

Trate de parecer normal
pero lo cierto es que se me escurría el deseo
de pensar que era domingo y no debía preocuparme
por aparentar algo que no soy

Se lo dije
luego le prometí regresarle a casa
si algún día todo volvía a salirnos mal

No es sencillo adivinar que piensa una mujer
mucho menos cuando en realidad es una niña

Apenas le vi las piernas y el culo
sentí que debía seguirla para el resto de los días
de sus días
porque los míos parece que cada vez son menos
esa es la verdad

Pocos salen ilesos de esa emoción
pocos dudan también antes de decidir hacerlo
yo caminaba y de pronto ya era jueves
y de pronto mi cara estaba frente a su ventana
y su madre me invitaba a pasar
eso es todo

Pasamos la semana encerrados en ese hotel
hablamos, pero hablar no es suficiente
solo cumple un propósito que es escucharse la voz
 y al cabo de un tiempo se vuelve inútil

Luego el triste camino de tener que buscar otra habitación
por no poder pagar el alquiler
luego no soportar la vida sin estar ahí
cerca, cerca de ella
siempre

Finalmente después de algún tiempo
ella desaparecerá, lo sé
me mirará bien una mañana luego de que hayamos
despertado y le pareceré quizá más viejo
y más sucio de los pies
avanzará a la ventana y ahí estará el futuro
sobre los hombros de un muchacho apenas joven
que ande en motocicleta
eso es todo

Ella desaparecerá   
y ya entonces, mi tiempo desaparecerá también como el dinero

Las carnicerías abrirán a las diez
pero yo no tendré ánimos de comprar un poco
de carne e ir de vuelta a su casa
para llevarla a su madre que morirá en silencio
sin saber nada de ella
asomada a la ventana
sin hablar

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